ROI FERNÁNDEZ | A CORUÑA Todos los demás ya han probado el banquillo o la grada en alguna ocasión. Sólo Filipe resiste, con un pequeño lunar en su currículo. Los nueve minutos que se perdió en la recta final del partido en Riazor frente al Sevilla, y por circunstancias extraordinarias. Con 1-2 por debajo en el marcador, Lotina sacó toda la artillería para intentar la remontada, pero lo único que consiguió fue recibir un gol más en contra. Ese lunar es el que le impide compartir con el futbolista del Numancia Morris y el del Recreativo Bruno el privilegio de ser los únicos jugadores de campo que han permanecido sobre el césped todos los minutos de la Liga. No es el líder, pero está en puestos de podio. Es el tercero que más juega del campeonato, obviando a los porteros del Athletic (Iraizoz), Almería (Diego Alves), Villarreal (Diego López), Recre (Riesgo), Numancia (Juan Pablo), Barça (Valdés) y Madrid (Casillas), y aún tiene cuerda para rato. "Sé que pocos jugadores tienen la oportunidad de jugar tantos partidos, así que intentaré seguir al mismo nivel para seguir jugando siempre", apunta.

Mañana frente a Osasuna cumplirá su vigesimotercera titularidad consecutiva esta temporada, la número 48 si se cuentan también los últimos veinticinco encuentros de la campaña pasada. Una marca que inició en la jornada 14 de la 2007-08, precisamente ante Osasuna, y que confía en prolongar mucho tiempo más: "Hay partidos que acabo muy bien y otros muy cansado, pero me encuentro muy a gusto, y a ver si esto vale para aguantar todos los encuentros. De los últimos 4.230 minutos de Liga (47 jornadas), el brasileño sólo se ha perdido 25, un registro al alcance de muy pocos jugadores, y que todavía puede seguir engordando a lo largo de esta temporada sin necesidad de ninguna fórmula mágica.

Filipe sigue siendo el mismo que entró con mal pie en la era Lotina. Sólo perdió los kilos de más con los que llegó a la primera pretemporada del técnico vasco en A Coruña. Desde entonces, se cuida mucho más, pero sin normas estrictas. No tiene pócimas mágicas, sólo lo normal para un deportista. "Siempre descanso mucho, porque eso es muy importante, e intento comer bien, pero nada especial", explica el lateral, que no sólo es intocable en la Liga, sino que también se ha convertido en imprescindible en la UEFA. Se cayó del once titular en el partido de ida frente al Brann, pero el experimento salió mal y Lotina rectificó sobre la marcha. En el resto de eliminatorias del torneo europeo -liguilla incluida- lo jugó todo. Sin excepción. El único respiro que tuvo esta temporada fue en la Copa, y para eso, sólo en los partidos lejos de Riazor y contra su voluntad. "Si el míster quiere contar conmigo siempre, yo encantando", señala.